domingo, 13 de mayo de 2007

El perro del hortelano


Amar por ver amar envidia ha sido,
y, primero que amar, estar celosa
es invención de amor maravillosa
y que por imposible se ha tenido.

De los celos mi amor ha procedido
por pesarme que, siendo más hermosa,
no fuese en ser amada tan dichosa
que hubiese lo que envidio merecido.

Estoy sin ocasión desconfïada,
celosa sin amor, aunque sintiendo;
debo de amar, pues quiero ser amada.

Ni me dejo forzar ni me defiendo;
darme quiero a entender sin decir nada;
entiéndame quien puede, yo me entiendo.
.......................................................................(Lope de Vega)

2 comentarios:

Y me pinto el pelo con rotulador dijo...

como se llamaba de la que querias hacer???

edna dijo...

¡¡Marcela!! quiero ser Marcela, olé olé y olé, es maravilloso...

MARCELA:
Y tan olvidada estoy
que a no imaginar en ti
fuera de mí misma voy.
Porque si en mí misma fuera,
te imaginara y te viera;
que para no imaginarte,
tengo el alma en otra parte,
aunque olvidarte no quiera.
¿Cómo me osaste nombrar?
¿Cómo cupo en esa boca
mi nombre?

TEODORO:
Quise probartu firmeza,
y es tan poca,
que no me ha dado lugar.
Ya dicen que se empleó
tu cuidado en un sujeto
que mi amor sostituyó.

MARCELA:
Nunca, Teodoro, el discreto
mujer ni vidrio probó.
Mas no me des a entender
que prueba quisiste hacer;
yo te conozco, Teodoro:
unos pensamientos de oro
te hicieron enloquecer.
¿Cómo te va? ¿No te salen
como tú los imaginas?
¿No te cuestan lo que valen?
¿No hay dichas que las divinas
partes de tu dueño igualen?
¿Qué ha sucedido? ¿Qué tienes?
Turbado, Teodoro, vienes.
¿Mudóse aquel vendaval?
¿Vuelves a buscar tu igual,
o te burlas y entretienes?
Confieso que me holgaría
que dieses a mi esperanza,
Teodoro, un alegre día.