miércoles, 7 de marzo de 2007

Réquiem


No puedo evitarlo, lloro en publico la muerte de la dignidad de las personas, de aquellas personas que sin desearlo se convirtieron en símbolos, en mártires, en viudas, en huérfanos, en el hermano de…, en la novia de… sin elección.

Cuando secuestraron a Miguel Ángel nos dieron a elegir ¿vuestra dignidad o la vida de este chico? y elegimos nuestra dignidad, ahora Iñaki De Juana nos pregunta lo mismo ¿vuestra dignidad o mi vida? y elegimos que siga viviendo.
Yo me pregunto: ¿la vida de Iñaki De Juana vale más que lo que valía la vida de Miguel Ángel Blanco?

A Miguel Ángel lo pusieron de rodillas y murió dejando de pie la dignidad, Iñaki De Juana entró en el hospital de San Sebastián por su propio pie, poniendo de rodillas nuestra dignidad y la de Miguel Ángel y la de todos los muertos de la banda terrorista, y la de las viudas, los huérfanos, la del hermano de…, la de la novia de… y también la de los que creemos (o creíamos) que ante la justicia todos somos iguales…

No podré mirar nunca a los ojos a ninguno de los dos: no podré mirar a De Juana, humillada porque ahora se que su vida vale más que la mía y no podré mirar a Miguel Ángel avergonzada porque todos le hemos traicionado, porque siento que ahora somos cómplices de sus asesinos.

Os acompaño en el sentimiento.

2 comentarios:

Noe dijo...

¡¡¡Qué razón llevan tus palabras freira!!!. A veces siento vergüenza de las cosas que pasan en mi país, de la cantidad de gente que con toda esta trama está siendo humillada, o estamos siendo humillados.
Me duele, me da pena, siento compasión y además me resulta díficil perdonar.
Pero bueno, confío en la utopía de la esperanza, con elt iempo.
Un beso hermana, y gracias por tus palabras tan llenas de ti.

Noe dijo...

¿Cuándo vas a actualizar? con lo enriquecedoras que son tus palabras herrrrrrrrmanaaaaaaaaaa.
Bueno, nada, recordarte por aquí que te quiero eh.
Besos