Parafraseando a san Pablo y
sacándolo de sus casillas...
Pues del mismo modo que el
cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo,
no obstante su pluralidad, no forman más que un solo cuerpo, así también España.
Porque en un solo país hemos sido todos alumbrados, para no formar más que un cuerpo,
madrileños y catalanes, castellanos y andaluces. Y todos hemos bebido de una
sola historia.
Así también el cuerpo no se
compone de un solo miembro, sino de muchos. Si dijera el pie: "Puesto que
no soy mano, yo no soy del cuerpo" ¿dejaría de ser parte del cuerpo por
eso? Y si el oído dijera: "Puesto que no soy ojo, no soy del cuerpo"
¿dejaría de ser parte del cuerpo por eso?
[Así de la misma manera, si
dijera un catalán (o un millón) “puesto que no soy de Murcia no soy español”, ¿dejaría
de ser español por eso?, si un vascuence dinamitase media España para demostrar
que “puesto que no soy santanderino, no soy español”, ¿dejaría de ser español
por eso?]
Si todo el cuerpo fuera ojo,
¿dónde quedaría el oído? Y si fuera todo oído, ¿dónde el olfato? Ahora bien,
Dios puso cada uno de los miembros en el cuerpo según su voluntad.
[De este modo, si todos
fuésemos extremeños ¿Qué sería de la gaita gallega? Y si todos fuésemos gallegos
¿qué sería de la jota aragonesa?]
Si todo fuera un solo miembro,
¿dónde quedaría el cuerpo? Por tanto, muchos son los miembros, mas uno el
cuerpo. Y no puede el ojo decir a la mano: "¡No te necesito!" Ni la
cabeza a los pies: "¡No os necesito!"
[Si todos fuésemos iguales
¿dónde quedaría nuestra riqueza cultural? Por tanto muchas son las autonomías,
pero una sola España, y no puede decir Barcelona a Zaragoza “¡No te necesito!”
Ni Madrid a Valencia “¡No te necesito!”]
Más bien los miembros del país
que tenemos por más débiles, son indispensables.
Y a los que nos parecen los más
viles del cuerpo, los rodeamos de mayor honor. Así a nuestras partes
deshonestas las vestimos con mayor honestidad. Pues nuestras partes honestas no
lo necesitan. Dios ha formado el cuerpo dando más honor a los miembros que
carecían de él, para que no hubiera división alguna en el cuerpo, sino que
todos los miembros se preocuparan lo mismo los unos de los otros. [El devenir
de la historia ha formado España dando algunas veces la riqueza de una zona a
otras, para no hubiera división, sino que todos nos preocupemos los unos por
los otros] Si sufre un miembro, todos los demás sufren con él. Si un miembro es
honrado, todos los demás toman parte en su gozo.
El texto bueno: I Carta de San Pablo a los Corintios, 12, 12-30 (justo antes del Himno a la Caridad)
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